Bienvenido al mundo del Arun Tacto Consciente
Así es como me sentí al conocer a Anasha y Anubuddaha en un espacio muy nuevo para mí, y al que me llevó mi gran curiosidad , en mi segundo año de formación y aprendizaje de diferentes técnicas manuales.
Terapeutas venidos de diferentes partes del mundo, sí, aluciné. Todo en inglés, y sin entender el idioma, observaba los gestos de ambos, y con movimientos de expresión en sus cuerpos y en sus manos, inmediatamente estábamos todos practicando toque terapeútico desde el corazón, muy fácil, con nuestra gran herramienta de sanación , las manos.
Arun Tacto Consciente fue creado en 1994 por Anubuddha y Anasha. Contempla una visión meditativa del cuerpo, el tacto humano y la energía vital.
Un mundo donde Oriente y Occidente se encuentran, donde la sabiduría ancestral abraza los hallazgos del siglo veintiuno y donde el cuerpo es el misterio más grande de toda la existencia.
En sanscrito ARUN significa la luz del amanecer y nos sirve como metáfora para expandir la luz de la consciencia interior y sensitividad a través del cuerpo.
En español AR-UN es Armonía (AR) y Universal (UN), todo ello significa Armonía Universal
¿Qué tiene de particular?
Arun es una enseñanza dedicada a la evolución creativa del tacto, reconoce y enseña que somos cuerpo y consciencia, una unidad orgánica viviente. Basado en una profunda apreciación y respeto por la vida de todo ser humano, momento a momento.
Arun nutre de amor y consciencia a todas las funciones e interacciones naturales del Campo Energético Humano.
Toda nuestra vida diaria consiste en tocar y ser tocado, nuestros ojos tocan lo que vemos y son tocados, nuestra voz y respiración toca a otros y todos somos tocados por las vibraciones de los sonidos a nuestro alrededor, la comida nos toca y renueva nuestra energía, el agua nos toca, el calor y el frío nos toca.. y podría continuar.
Los pensamientos nos tocan, los pensamientos afectan nuestro estado de ánimo, nuestros músculos, nuestros nervios, nuestro corazón...y ellos inmediatamente tocan a las personas y cosas que nos rodean. El amor toca, el miedo toca.
Dentro de unos días os seguiré contando más cosas...
Un abrazo, Marian
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